Lineamientos de la nueva historia cultural de la corrupción
por Martín Astarita
Resumen
En este trabajo se exponen los lineamientos centrales de lo que dio en llamarse «nueva historia cultural de la corrupción»: su origen y antecedentes, objetivos y metodología, así como un resumen de sus principales obras y autoras/es.
Mediante este estudio, se busca realizar un aporte para la reflexión sobre el problema de la corrupción en la Argentina reciente. Desde el retorno de la democracia en 1983, los sucesivos gobiernos en nuestro país se han propuesto, al menos declarativamente, luchar contra la corrupción. Por sí misma, esta continuidad, traducida en forma de recurrente promesa incumplida, suele usarse como prueba de un fracaso estructural. Es la manifestación, bajo esta óptica, de un mismo y viejo problema, el de la corrupción entendida en un sentido unívoco e invariante, que se reedita una y otra vez, y frente al cual los gobiernos ensayan respuestas disímiles, pero igualmente fallidas e ineficaces.
Una manera distinta de evaluar la situación, acaso menos pesimista, consiste en rechazar el supuesto de que la corrupción es un fenómeno fijo e inmutable, y asumir por el contrario que es un concepto multidimensional y cambiante, cuyos distintos significados se hacen inteligibles únicamente al considerar el contexto histórico en el que tienen lugar. Y que esos significados, asimismo, encierran determinados valores, ideas y creencias sociales que es necesario investigar y que permiten, a la vez, aprehender aspectos de la historia política y cultural. Resumidos, estos son los lineamientos centrales del enfoque de la nueva historia cultural.
Si la corrupción como concepto es un producto histórico, su historia, junto con la de la anticorrupción, no se reduce a un relato en singular, sino que se nutre de significativas rupturas que determinan la necesidad de contextualizar adecuadamente cada momento. En lugar de catalogar la experiencia argentina sin más como un fracaso, es posible conjeturar que los distintos gobiernos tuvieron, cada uno en consonancia con valores y creencias más generales, sus propias concepciones en materia de corrupción y de reforma. A partir de este reconocimiento, es posible evaluar más precisamente la actuación de cada administración en la materia, lo cual permite iniciar una prometedora agenda de investigación en donde la historización de la corrupción pueda contribuir a iluminar un problema tan candente como actual para la política argentina.